El helado de vainilla es un clásico para comer con brownies calientes, con tartas de frutas, con tortas calientes de coco, con whisky, con frutos rojos, con ensalada de frutas, va bien con todo. Su versión artesanal, es mejor aun porque no tiene conservartes ni saborizantes artificiales.
INGREDIENTES
– 500 ml Crema
– 250 ml Leche entera
– 1 Vaina de vainilla
– 150 gr. Azúcar
– 3 Yemas de huevo
– 8 gr. Fécula de maíz
PREPARACION
– Calentar a fuego hasta que hierva 200 ml de leche con el azúcar, la vaina cortada y sus semillas (si aún se encuentran dentro de la vaina que compramos). Reservar unos 10 minutos para que la vainilla libere su sabor.
– Disolver la fécula de maíz en los 50 ml de leche restante y mezclar con las yemas de huevo bien batidas.
– Sacar las vainas de la primera preparación y agregarle la segunda mezcla (leche, huevo y fécula de maíz), revolviendo constantemente bajo el fuego hasta que espese. Sacar del fuego y dejar enfriar.
Una alternativa más fácil a estos dos pasos (pero menos natural) es utilizar una lata de leche condensada y extracto de vainilla.
– Batir la crema hasta un punto medio para que sea más fácil de integrar. Mezclar con la preparación anterior una vez que esté fría.
– Colocar en el freezer, revolviendo cada 30 minutos para evitar que se formen cristales. Si tenemos máquina de helado, esto no va a hacer falta.
– Dejar congelar de un día para el otro.
– ¡Que disfrutes tu helado casero de vainilla!
A esta receta base puedes agregarle frutillas, frutos rojos, cookies de chocolate, pasas de uva, nueces, kinotos al whisky o coco rallado. Con cada topping, vas a tener una nueva versión del postre para sorprender a tus amigos.
MARIDAJE: Siguiendo la línea del maridaje tradicional, sugerimos disfrutar un postre como este con un buen vino blanco cosecha tardía (Latest harvest). Si le vas a sumar a tu helado frutos rojos, puedes acompañar esa versión de postre con un rosado dulce, tranquilo o espumoso.